agradecidamente, al Negro


Se fue el Negro, a no llorar, a no reir, sólo recordar.
Probablemente nunca leas este blog pero, gracias viejo!
Por dejarme leer las revistas en la mesita de luz de los abuelos, ahí conocí a Boggie, el aceitoso, fortachón pero sensible; a esos jugadores frustrados, que intentaban tira a tira; a Inodoro y a todas esas minas feas que dibujaba el Negro Fontanarrosa. Todavía recuerdo las tapas a dos colores de cada Hortensia que me dejaste leer cuando era chico. No hay más nada que decir, a uno gracias y al otro hasta luego, a uno hasta pronto, al otro gracias. Mal, pero nos vamos a acostumbrar...